Del Puño y Letra del Trío Los Panchos

Varias generaciones se enamoraron con sus canciones;

fueron los primeros en emplear el sonido del requinto

Varias generaciones han cantado y se enamoraron con las canciones de El Trío Los Panchos, ¿lo recuerdan?, seguramente que sí porque hicieron época en la música romántica de México, de la cual fueron de los máximos exponentes del bolero; pero también en el cine mexicano dejaron profunda huella con actuaciones especiales en las que interpretaban sus éxitos, algunos de los cuales sirvieron como base para crear historias de películas que después tuvieron una gran aceptación del público en la pantalla grande, como el filme “Perdida”.

Alfredo “Güero” Gil, Jesús “Chucho” Navarro y el puertorriqueño Hernando Avilés, crearon esta agrupación musical en 1944, en la ciudad de Nueva York, en donde por aquellos años buscaban labrarse un porvenir. Aunque ninguno de ellos se llamaba Francisco, adoptaron el nombre en honor del sacrificado presidente de México, Francisco I. Madero, del héroe revolucionario Francisco Villa y del personaje de Choco Milk, Pancho Pantera, sin imaginar el éxito y la fama que con los años el grupo tendría con este título.

A la inspiración de Gil y Navarro también se deben innumerables canciones que han traspasado fronteras generacionales, como “Rayito de luna”, “Sin un amor”, “Lo dudo”, “Un siglo de ausencia”, “Caminemos”, “Me castiga Dios”, “Ya es muy tarde”, “No trates de mentir”, “Cien mujeres”, “Una copa más”, “Mar y cielo”, “Cuatro vidas”, “No, no y no”, “Me voy pa’l pueblo” y “Hasta mañana”, éste último, fue el bolero que les abrió las puertas del éxito en ese género musical en todo el mundo.

Al “Güero” Gil, también se debe otra gran aportación a la música: el descubrimiento del requinto. Inquieto como era, la guitarra tradicional, que todos conocemos, no terminaba de satisfacerlo, por lo que ideó un instrumento más pequeño que produjera un sonido diferente. Fue así que mandó acortar una guitarra colombiana con la que logró obtener notas musicales más agudas dando origen al famoso requinto, del que es considerado el inventor.

Con este nuevo sonido, incorporado al trío, la música de Los Panchos se esparció por todo el mundo y sus discos se empezaron a vender por miles y después por millones. En 1964, su sello discográfico CBS, los hizo grabar acompañando a una voz femenina, la de la estadounidense Eydie Gormé, con tal éxito que el proyecto de un disco se amplió a tres.

En 1970, haciendo uso de los avances tecnológicos de la época, la CBS lanzó un disco de Los Panchos al que acoplaron la voz de Javier Solís, en un homenaje pos-mortem al famoso intérprete, quien años antes había fallecido y a quien se le conoció como “El rey del bolero”.

En 1980, “El Güero Gil”, cansado por tantas giras, un poco enfermo y además de correrse la versión de que había ganado un importante premio de la lotería, preparó su retiro artístico, por lo que hizo un pacto con su compañero y amigo, Chucho Navarro, en el sentido de que ya sin él las presentaciones futuras del grupo se anunciarían como “Los Panchos” sin mencionar “El Trío”. En el cine también tuvieron una destacada presencia con actuaciones especiales en las que interpretaban sus éxitos.

Al Trío se le recuerda en las películas “En cada puerto un amor” (1949), al lado de Blanca Estela Pavón, Domingo Soler, Amalia Aguilar y Miguel Inclán. En “El gran campeón” (1949) estuvieron con María Luisa Zea, Tito Junco, Amalia Aguilar y Luis Villanueva “Kid Azteca”. En “No me quieras tanto” (1949), trabajaron con David Silva, Martha Roth, Arturo Martínez y Joaquín Cordero y en “El hombre inquieto” (1954) acompañan musicalmente a Germán Valdez Tin Tan a dar serenata a Martha Valdez interpretando “Lo dudo”.

Participaron en más de 35 películas y en su larga trayectoria artística realizaron giras por Japón, Sudamérica, Arabia, Estados Unidos, Europa y en toda la República Mexicana. Su fama estuvo acompañada de mujeres bonitas, alegría y vino, por lo que en cierta ocasión, Jorge Negrete, su amigo, en su lecho de dolor, les dijo: “Ustedes, que se han bebido todo y han hecho grandes barbaridades, miren lo saludables que están. Y yo, en cambio, que me he abstenido de todo, viene a tocarme esta desgracia”, refiriéndose a la cirrosis que padecía y que finalmente le costó la vida.

Hoy en este espacio, les compartimos el texto que Chucho Navarro y Alfredo “Güero” Gil escribieron en el Libro de Oro de PECIME, lo mismo que Johnny Albino, quien fue otra brillante primera voz de Los Panchos de 1958 a 1966: 

 

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