Del Puño y Letra de Miguel M. Delgado

Fue primo de Joaquín Pardavé y como director, artífice del éxito cinematográfico de “Cantinflas”

Miguel M. Delgado fue artífice del éxito cinematográfico de “Cantinflas” al escribir y dirigir la mayor parte de las películas que filmó, pero además, con su pluma contribuyó a crear muchos de los divertidos y “cantinflescos” diálogos que el gran “mimo” empleó en varios de sus filmes de gran éxito como “El gendarme desconocido” (1941), “¡A volar joven!” (1947), “El señor fotógrafo” (1953) y “Caballero a la medida” (1954).

De su mente creativa también surgieron varias de las historias que el gran comediante protagonizó para la pantalla grande, como fueron los casos de “El circo” (1943), “Gran hotel” (1944), “Soy un prófugo” (1946), “El bombero atómico” (1952) y “El analfabeto” (1961). Su gran capacidad y talento como director escénico hicieron lucir al máximo la simpatía y humorismo de “Cantinflas” en las 33 películas que lo dirigió, las de mayor éxito taquillero que protagonizó Mario Moreno Reyes.

Miguel Melitón Delgado fue un caso excepcional del cine. Era primo de Joaquín Pardavé y de María Tereza Montoya y, por intermediación de Josefina y de Lupe Vélez, se convirtió en secretario particular del astro hollywoodense Gary Cooper, quien era una de las figuras exclusivas de la Paramount Pictures, estudios en los que el mexicano inició su carrera cinematográfica como asistente del director Henry Hathaway.  

En Estados Unidos, durante su estancia en la Meca del cine mundial, Miguel conoció a Emilio “El Indio” Fernández, a Tito Davison y a Gilberto Martínez Solares que por aquellos años (1928-1931) también probaban suerte en Hollywood y que, años después, se convirtieron al igual que él en sobresalientes y destacados directores del cine mexicano.

A su regreso a nuestro país, Miguel M. Delgado continuó en su labor de asistente, pero ahora de prestigiados directores de la época, entre ellos Miguel Contreras Torres, Juan Bustillo Oro, Alejandro Galindo, Rafael J. Sevilla. Ramón Peón y Chano Urueta. Con Fernando de Fuentes fue con quien más trabajó y cuando éste filmaba “Zandunga”, en 1937, sorpresivamente enfermó, por lo que Miguel tuvo que entrar al relevo y hacerse cargo de la dirección.

Por su buen trabajo, le ofrecieron dirigir varias películas pero no aceptó, por la sencilla razón de que como asistente le pagaban más y le llovían las ofertas de trabajo, no paraba de “chambear”, ya que los grandes directores literalmente se disputaban sus servicios.

Fue hasta 1942 en que aceptó dirigir a Mario Moreno “Cantinflas” en “El gendarme desconocido” y partir de ahí realizó una de las más brillantes carreras cinematográficas con una amplia filmografía de más de 150 títulos, 33 de los cuales corresponden a las cintas de más éxito del gran “mimo” mexicano.

Hoy les compartimos las breves líneas que este talentoso director escribió para PECIME, con cuyos socios tuvo una gran relación de amistad:

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