Del Puño y Letra de Ramón Armengod

Ramón Armengod desde niño soñaba con ser cantante, pero su padre consideraba que en la música no tenía futuro y que lo más probable era que se muriera de hambre. El, para no contradecirlo, se consiguió un trabajo como vendedor de alhajas y relojes en una joyería, en su natal Veracruz. Pero al cumplir los 18 años, ya con la mayoría de edad, vino a la capital a buscar fortuna y a tratar de hacer realidad su sueño y pronto lo logró, aunque no como él esperaba sino como modesto intérprete de operetas, en el teatro Esperanza Iris, en la ciudad de México.

Sin darse por vencido, en su afán de darse a conocer como intérprete de canciones de corte popular, llegó a las estaciones de radio XEB y XEW, en donde era uno más de los muchos artistas que aspiraban a tener una oportunidad de cantar en dichas radiodifusoras que, en su momento, eran consideradas las catedrales nacionales de la música mexicana.

En esa época, 1930, el que quería triunfar necesariamente tenía que pasar por la XEB o la XEW, y en la larga lista de aspirantes a recibir una oportunidad había nombres que con el paso del tiempo se convirtieron en figuras, como fueron los casos de Jorge Negrete, Emilio Tuero, Pedro Vargas, Agustín Lara, Antonio Aguilar, María Victoria y Francisco Gabilondo Soler “Cri Cri”, por mencionar a algunos.

Los restaurantes y cafeterías cercanas a las dos estaciones de radio eran sitios en donde bohemios y artistas soñadores se reunían a platicar sus vivencias del día y a compartir sus experiencias y en su charla una pregunta era común entre ellos: ¿Quién va a pagar la cuenta?, porque si algo los unía eran sus precarias condiciones y su falta de recursos económicos.

Algunas veces pagaba Jorge Negrete, otras Emilio Tuero y Armengod cuando conseguía más presentaciones los invitaba a los dos, ya que con ellos hizo una gran amistad al grado de proponerles ir a trabajar a Estados Unidos. Emilio declinó la invitación por considerar que era una aventura arriesgada, en cambio Negrete aceptó el reto y fue así como Ramón y Jorge formaron el dueto “The Mexican Caballeros”, con el que realizaron presentaciones en varias partes de la Unión Americana.

En el cine, Ramón Armengod incursionó con éxito en películas de gran arrastre popular como “Noches de ronda”, con María Antonieta Pons, “Palabras de mujer”, con Virginia Serret, “Pervertida” y “Pecadora”, con Emilia Guiú, “Negra consentida”, con Meche Barba, “La última noche”, con Rosita Quintana, “El pecado de ser pobre”, con Guillermina Green, “Víctimas del divorcio”, con Esther Fernández, “Música, mujeres y amor”,  con Miroslava, “Infierno de almas”, con Christiane Martel y “Hotel de verano”, ésta última que marcó el debut en cine de Tin Tán, entre otras cintas de una amplia filmografía.

En el canto, Ramón Armengod cumplió su sueño de convertirse en uno de los más importantes intérpretes de la época dorada de la  música en México. Fue conocido como “El Chansonnier de moda” y en su voz se hicieron éxitos temas como “Prisionero del mar”, Palabras de mujer”, “La última noche”, “Bonita” y fue el cantante que dio a conocer la famosa canción “Mujer”, de Agustín Lara.

Hoy en este espacio compartimos el texto que de su Puño y Letra escribió para PECIME:

 

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