Larisa Argüero Mendoza debuta en largometrajes con Issa Guerra, en “El Club de los Insomnes”

Con una carrera ascendente en el cine mexicano, para el que ha realizado cortos como “Operación conquista” (2014), “Sange” (2015), “El sónámbulo” de Lenz Claure (cine de horror, exhibido y premiado en Festivales alrededor del mundo), y “Crescendo”, el más reciente, Larisa Argüero Mendoza se enfrenta a un nuevo reto, con la producción de “El Club de los Insomnes”, su primer largometraje desarrollado en conjunto con Issa Guerra (“Cantinflas”, “No manches Frida”, “La delgada línea amarilla”).

Resultado del trabajo en equipo entre los directores y guionistas de la película, Joseduardo Giordano Chalamanch y Sergio Goyri Álvarez, y sus productoras, “El Club de los Insomnes” cuenta con las actuaciones de Cassandra Ciangherotti (“Danny”), Leonardo Ortizgris (“Santiago”) y Alejandra Ambrosi (“Estela”), al frente de un reparto conformado por Humberto Busto, Fernando Luján, Alexandra De La Mora, Mónica Dionne, Marco Méndez, Sergio Goyri, Fernando Becerril y Luis Rosales.

Inspirado en la temática del insomnio, un problema que mucha gente enfrenta en lo cotidiano, el filme plantea el desarrollo del vínculo afectivo que se genera entre los protagonistas a partir de su imposibilidad de dormir, “cada uno por situaciones diferentes, pero que convergen en un espacio único, libre de sus vidas cotidianas, que transforman en un club”.

Originalmente financiado con recursos de gente interesada en invertir en la película, la realización de “El Club de los insomnes”, al que Larisa Argüero califica como “un cine realizado sin derroches, pensado desde el origen, en la recuperación en taquilla del capital de riesgo de la gente que creyó en él”, contó con el apoyo de EFICINE-Producción y EFICINE-Distribución -para su salida a cines en México este año, con la casa distribuidora Corazón Films-. Su fecha de estreno y exhibición está en proceso de negociaciones.

“El Club de los Insomnes” se filmó en gran parte dentro de un Mini Stop, una tienda de conveniencia 24 horas, así como en otras locaciones y exteriores de la Ciudad de México, durante 18 días, con un presupuesto de 5 millones 289 mil 268.40 pesos.  El reto principal del rodaje, “fue crear el ambiente adecuado para cada momento de la historia dentro del mismo espacio, y crear la sensación de la pesadez del insomnio, pero que paulatinamente el mismo interior del mini súper se transformara en un lugar más acogedor, mientras los personajes se fueran sintiendo más cómodos entre ellos; que los espacios no parecieran ajenos a la historia, ni simplemente decoración, sino un lugar real en donde encontrarías personas reales”, comentó Larisa a PECIME.

En cuanto a sus expectativas con la producción del primer largometraje de su carrera, aseguró que son amplias “y lo son desde que me involucré en el proyecto por primera vez. Todo el proceso de realización fue tan emocionante, que uno espera que llegue a mucha gente y los haga emocionarse con el resultado”, expresó la joven cineasta, formada en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC).

Refirió que el guión de la película empezó a gestarse hace varios años, cuando Joseduardo Giordano Chalamanch y Sergio Goyri Álvarez emprendieron la aventura de escribirlo. ”Ambos se reunían a escribir por las noches, luego de sus jornadas laborales. El guión surge precisamente de ese insomnio compartido, a veces involuntario y a veces por el mero gusto de pasar la noche escribiendo juntos. Issa Guerra, quien ha sido mi mentora, y yo, tenemos ya mucho tiempo trabajando juntas, y  llegamos al proyecto en una etapa más adelantada, cuando el guión era ya muy sólido y los personajes estaban muy bien trabajados”.

En ese mismo contexto, comentó que cuando Issa Guerra y ella lo leyeron por primera vez, “nos pareció que ya estaba listo para filmarse. Era la historia que querían contar, no menos, y a partir de entonces, la hemos encauzado, cuidado y llevado al resultado que próximamente veremos en pantalla grande. Ha sido una experiencia muy enriquecedora”.

De la etapa de musicalización de la película, afirmó que fue una de las más divertidas. “Axel Ricco y Sebastián Bell compusieron la música original; nos mandaron una maqueta de una sola escena de la película y de inmediato conectamos sus ideas con la historia. Es muy placentero trabajar con ellos, entendieron perfectamente el imaginario del guión y crearon un score perfecto para la película”.

Sobre las aportaciones de Iván Vlchis en la fotografía, la postproducción con Óxido, y de diseño sonoro con Equiscosa, destacó que también fueron muy importantes y enriquecedoras para el proyecto, “como engranes que se acomodan perfectamente cuando la maquinaria es correcta. Funciona y uno se da cuenta desde el principio. Después de la producción, con estos tres elementos, logramos la película que visualizamos en la preparación”.

Larisa Argüero Mendoza  trabaja actualmente en la postproducción del cortometraje “Crescendo», en el que también participaron sus hermanos, los cineastas Percival Argüero, como director, e Hipatia Argüero, guionista. “Es la historia de Victoria, una violinista que espera ganarse un lugar en un prestigioso cuarteto de cuerdas, cuando se abre una vacante inesperada. A pesar de que se dispone a dejar su alma en el violín, tal vez exista un requisito más para complacer al líder de la agrupación… o eso es lo que él le da a entender”.

En cuanto a lo que le hace falta al cine mexicano actualmente, opinó que es diversidad, “un abanico más amplio de temas que explorar y explotar; y en segundo lugar, correr más riesgos, no permitir que las historias tengan que estar atadas de manos o amordazadas por factores de presupuesto o distribución. Si el cine que hacemos es más diverso, las limitantes en audiencia se irían desdibujando y realmente empezaríamos a hacer un cine para todos”.

Finalmente, y sobre el consejo que les daría a las nuevas generaciones que egresan del CCC, su alma mater, opinó que formarse en una escuela tan completa como el Centro de Capacitación Cinematográfica, es un primer paso, “y uno muy importante, pero lo cierto es que el cine, en México y en el mundo, va creciendo y evolucionando todos los días, y aunque tal vez esto no se vea a simple vista, es cierto. Salir de los salones y pararse en un set es el verdadero  aprendizaje, que sólo termina si decides dejar de trabajar en esto, no hay más. Para aprender a hacer cine, hay que hacer cine”, concluyó.

TEXTO: PECIME

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